Pedro, hasta cuando vas a llenarte la boca con promesas de diálogo para luego rechazarlo.
Ya ha pasado antes, muchas veces, demasiadas. Y tu has adoptado la misma postura de quienes crearon el problema que has heredado y ese no es el camino.
Y lo peor es que lo sabes y eso es extremadamente grave en quien ocupa en funciones el cargo que aspiras a ocupar y te convierte en cómplice de las consecuencias que tendrá.
Piénsalo bien, Pedro, y siéntate a hablar como te piden.
Basta ya de palabras impostadas y de gestos ensayados. Basta ya de silencios desairados allí donde más falta hacen las palabras sinceras de verdad.
Porque ahora mismo da la sensación de que se te ha olvidado el guión que alguien te hizo aprender, que te has quedado en blanco, como un actor en un escenario.
¿O es que acaso no tienes o no sabes qué decir?